jueves, 4 de agosto de 2016

But i love you anyway



Miraba el vaso de cerveza con la esperanza de encontrar dibujada entre su espuma la solución a sus problemas, pero al parecer aún no había bebido lo suficiente para ello. 
Nos encanta complicarnos la vida como imbéciles que no entienden que a veces el camino fácil es el correcto. Día a día iba comprendiendo que mi alma tenía algo de masoquista, porque siempre acababa magullada y con ganas de volver a lanzarse a otro abismo. Siempre apuesto más de lo que tengo a sabiendas de que una vez te quedas sin nada te echan del casino. Y en este momento tú eres un crupier a punto de llamar al de seguridad. 


Pasé de la sospecha de tenerte a la certeza de perderte, pero hoy sigo luchando para que me dejes apostar un poco más. Sé que ya no tengo más ases en la manga pero aún tengo la mano llena de corazones. 

Aunque quizás lo mejor sea que me vaya y deje de mendigar amor. Porque yo también estoy cansada de volver a casa sin nada después de darlo todo. Que si aún me quieres ,como dices, te sentarías a mi lado y apostarías todo por una pareja dispar. Lo apostarías todo por nosotros una vez más. 



M. 

sábado, 2 de enero de 2016

Ojalá nunca leas esto.

Ojalá nunca leas esto. Ojalá nunca te sientas como yo me siento.

Te fuiste huyendo... como si de repente hubieses descubierto que aquél no era el sitio en el que debías estar. Desde el mismo momento en que nos encontramos decidimos jugar a ver quién sentía menos de los dos. Del mismo modo que se juega con fuego consciente de las quemaduras resultado de ello. Nos sentíamos invencibles dentro y fuera de las sábanas de la incertidumbre de aquello a lo que nunca pusimos nombre, pero siempre quisimos. Nos hicimos daño de tanta rabia por no querer querer. Nos jodimos por las ganas de jugar solo con la piel. 

Hoy estoy cansada de soñar contigo y nunca despertar a tu lado, cansada de jugar a descubrir si hoy siento menos que ayer, y no parar de perder. Hoy el verde de tus ojos me atormenta si me hablan de esperanza, y las noches acaban pero... ya no hay mañanas. Ojalá no leas esto pero me duele la garganta de callar. Ojalá no leas esto porque al final voy a confesar, que me duele…me duele aún el alma por amar(te). 

M. 


(Relato ganador concurso creado por el escritor Brian Aguilar Sánchez autor de "Lágrima azul en el mar", "Seis pasos, seis pétalos y un adiós" y
 http://inviernoeneltejado.blogspot.com.es)