sábado, 23 de mayo de 2015

Search and Destroy.





Me apartaste de tu vida como a la ceniza de un cigarrillo.
Me apartaste después de dejar que me consumiese en esa relación tóxica, fugaz, amarga y altamente adictiva. Cuanto más dolor sentía, más fácil era escribir e incluso después de irte seguías siendo mi musa. 
Al mirarte me sentía dentro de una película alternativa, de esas de bajo presupuesto y gran contenido, y me emocionaba imaginando con los ojos cerrados escenas nuestras con banda sonora propia.

Cogí el dolor, los besos, las noches despiertos y el olor del perfume que respiraba en tu cuello. Abracé mis rodillas, escondí mi cabeza, y con los ojos cerrados y una herida abierta en el pecho dejé que lentamente pasase el invierno. 

Me mojé los labios con un nuevo amor, proyecté mis sueños sobre un nuevo corazón sabiendo que en noches como ésta seguirías presente. 

No te quise y tú no me quisiste, pero siempre tuve miedo a que lo hiciésemos.  

Y a pesar de ello hoy algo dentro continúa doliendo. 


M.